Y si, hay veces que converso con el, me siento y le cuento mas o menos de todo lo que me pasa.
Parece que es medio al pedo, pero estoy seguro que me escucha.
El susurro que llega a mis oidos hasta parece una respuesta, hasta hay veces que le pregunto cosas, algunas quedan sumergidas en su gran caudal y para otras las respuestas llegan.
Tanto sea en la mañana, con el mate, o en la tarde (tambien con el mate), o en la noche, con una cerveza....
el esta preparado, tranquilo, siempre dispuesto a escucharme y para mejor no me reprocha si lo visito o no.
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