La visita

Despues del ultimo trago de cerveza, estrujando el filtro humeante del cigarrillo contra el cenicero, iluminado solamente por el resplandor del televisor me parecio verla, senti un pequeño ruido en el patio parecido a un susurro, interiormente no sabia si salir, pero algo se suponia que estaba pasando.
La noche estaba cerrada, la luna brillaba timidamente entre las copas de los arboles.
Para mi sorpresa, en el patio no habia nadie, pero sentia la imperiosa necesidad de salir.
Prendi un cigarro y me puse a caminar sin rumbo, las luces me avisaron que estaba cerca de mi refugio, el sereno caia sobre el pasto del Prado y el olor a madrugada me decia q las cosas estaban a punto de finalizar.
Atravece el portal al mostrador, acodado y muy tranquilo pedi un poco mas de liquido mareante, la gente parecia ignorar mi estadia, pero yo la vi.
No la conocia, ella parecia que a mi si.
Un poco nervioso trate de acercarme pero no del todo convencido, al caminar hacia ella la atmosfera se puso violenta, no sabia q hacer.
Continuara..................