El viaje

Todo empezo, me levante.
Clasica mañana dominguera.
El vapor del agua hirviendo me dijo q ya era la hora.
Despues de un jabonaso despavilador, case la mochila y me tope con el mundo.
Sin hacer caso al reloj, prendi un pucho, y despues de terminar el asqueroso primer mate empece a caminar hacia el clasico destino, donde empieza (o termina) la jornada, el cual nos conduce hacia la obligacion diaria de poder por lo menos pagar alguna q otra cuenta.
El viaje matutino en esos monstruos come personas, fue como siempre, un poco soñador, un poco filosofico.
Por desgracia y gracias a las ordenes dictadas de no dejarte hacer o ser lo q sos, un señor parecido al diablo me dijo q no podia, q tenia q dejar esa unica compañia q viajaba conmigo, por suerte ese hombre me dejo con mis pensamientos y ahi me di cuenta q le faltaba mucho para ser satan, solo era un subordinado q hacia caso a todas las cosas q nos ordenan.
Empezo a pasar por mi cabeza una semana agitada, llena de encuentros, felicidad, opresiones y llanto.
Luego del preceso digestivo de ese monstruo el cual se alimenta y defeca personas, pasaron varias las cuales sus caras no eran mas q espejos, eran un reflejo, caras tristes, molestas, agotadas, muy cerradas en ellas mismas y no se porque no queria seguir esos pasos.
Continuara.................

2 comentarios:

  1. me encanto leer tus cuentos , segui adelante,tu puedes¡¡¡¡¡¡¡solina

    ResponderEliminar
  2. ARRRRIBA SEBA !!!

    SEGUI ESCRIBIENDO!!!
    UN BESOOOOOOO.

    ResponderEliminar